Las molestias irán pasando.
DÍA 3: BELLEZA
En los dos primeros días trabajamos acerca de lo que queremos soltar o cambiar y el temor que esto puede traer. Si el cambio no trae temor sino esperanza, es una forma ideal, pero para muchos un simple cambio de lugar de alguna cosa supone una gran carga de ansiedad.
Si has hecho la labor consciente (guiada por las preguntas de los días anteriores), es posible que pese a tratar de enfocarte en lo positivo, muchas heridas viejas estén saliendo a la superficie y este espacio de reflexión esté resultando un poco incómodo y, por qué no, hasta doloroso.
¿Por qué estoy recordando momentos en los que no tuve emociones positivas? Porque tu espíritu, el mismo que desde el día 1 quiere simplemente ser, te pide que atiendas sus heridas, no que simplemente creas que por dejar de mirarlas dejan de existir. Cuando una herida no se atiende, se infecta. Y es posible que haga costra, como cuando tenemos herpes en los labios, pero por algún lado sale pus. Y duele, arde, molesta, quisieras que esa sensación simplemente desapareciera. Igual pasa con los sucesos que nos lastiman: necesitamos saber qué fue exactamente lo que nos lastimó, por qué, qué podemos aprender y luego aceptar que fue una lección que amorosamente nos dio nuestro Ser Superior (llámese Dios, Allah, Jehová, Universo, Vida, o en el que creamos) para ser mejores, para alcanzar lo que podemos desarrollar con nuestro potencial ilimitado.
Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, pero creo firmemente que vale la pena intentarlo, cuantas veces sea necesario, porque el resultado es cada vez mejor. No siempre se puede perdonar en el primer intento, pero es cierto que la semilla del perdón germina y luego trae paz como fruto.
Si la sensación no fue de rabia, tristeza, abandono, traición o todo lo que haya que pueda ser perdonado, sino por ejemplo, de escasez material puede que pienses que no haya nadie a quién perdonar, pero es el momento de permitirnos recordar cuándo comenzamos a sentirnos "pobres" porque casi siempre viene de cómo nos hicieron sentir otras personas o circunstancias de acuerdo a los medios que teníamos para hacer algo o desenvolvernos en una situación. Puede también que culpes a tus padres o tutores, o a tus jefes por no pagarte lo que crees que mereces: es hora de perdonarles también, de agradecerles por esa lección de la que ahora vas a encontrar el aprendizaje y de buscar dentro de ti todas las herramientas que esa aparente escasez desarrolló dentro de ti: creatitivdad, ingenio, sencillez, sensatez. Todas ellas ya te pertenecen, además de todo lo que ya sabes y eres, de la mano de todo lo que sueñas, de los propósitos que realmente estás dispuesto a desarrollar y de la belleza presente en todo y en todos los que te rodean: todo eso es lo que te llevará al futuro que deseas para ti.
Comienza a soltar tu miedo para que tu confianza pueda desarrollarse y llevarte a la plenitud que tienes en mente. Todo comienzo es duro, pero no te preocupes, las molestias irán pasando. Confía en ti.
En los dos primeros días trabajamos acerca de lo que queremos soltar o cambiar y el temor que esto puede traer. Si el cambio no trae temor sino esperanza, es una forma ideal, pero para muchos un simple cambio de lugar de alguna cosa supone una gran carga de ansiedad.
Si has hecho la labor consciente (guiada por las preguntas de los días anteriores), es posible que pese a tratar de enfocarte en lo positivo, muchas heridas viejas estén saliendo a la superficie y este espacio de reflexión esté resultando un poco incómodo y, por qué no, hasta doloroso.
¿Por qué estoy recordando momentos en los que no tuve emociones positivas? Porque tu espíritu, el mismo que desde el día 1 quiere simplemente ser, te pide que atiendas sus heridas, no que simplemente creas que por dejar de mirarlas dejan de existir. Cuando una herida no se atiende, se infecta. Y es posible que haga costra, como cuando tenemos herpes en los labios, pero por algún lado sale pus. Y duele, arde, molesta, quisieras que esa sensación simplemente desapareciera. Igual pasa con los sucesos que nos lastiman: necesitamos saber qué fue exactamente lo que nos lastimó, por qué, qué podemos aprender y luego aceptar que fue una lección que amorosamente nos dio nuestro Ser Superior (llámese Dios, Allah, Jehová, Universo, Vida, o en el que creamos) para ser mejores, para alcanzar lo que podemos desarrollar con nuestro potencial ilimitado.
Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, pero creo firmemente que vale la pena intentarlo, cuantas veces sea necesario, porque el resultado es cada vez mejor. No siempre se puede perdonar en el primer intento, pero es cierto que la semilla del perdón germina y luego trae paz como fruto.
Si la sensación no fue de rabia, tristeza, abandono, traición o todo lo que haya que pueda ser perdonado, sino por ejemplo, de escasez material puede que pienses que no haya nadie a quién perdonar, pero es el momento de permitirnos recordar cuándo comenzamos a sentirnos "pobres" porque casi siempre viene de cómo nos hicieron sentir otras personas o circunstancias de acuerdo a los medios que teníamos para hacer algo o desenvolvernos en una situación. Puede también que culpes a tus padres o tutores, o a tus jefes por no pagarte lo que crees que mereces: es hora de perdonarles también, de agradecerles por esa lección de la que ahora vas a encontrar el aprendizaje y de buscar dentro de ti todas las herramientas que esa aparente escasez desarrolló dentro de ti: creatitivdad, ingenio, sencillez, sensatez. Todas ellas ya te pertenecen, además de todo lo que ya sabes y eres, de la mano de todo lo que sueñas, de los propósitos que realmente estás dispuesto a desarrollar y de la belleza presente en todo y en todos los que te rodean: todo eso es lo que te llevará al futuro que deseas para ti.
Comienza a soltar tu miedo para que tu confianza pueda desarrollarse y llevarte a la plenitud que tienes en mente. Todo comienzo es duro, pero no te preocupes, las molestias irán pasando. Confía en ti.
Comencé a leer los updates de tu blog y me quedé leyendo las entradas que pusiste del día 1 al 7... En este momento siento que estoy en este y me parece lo mejor leer esto y oxigenar mi cabeza.
ResponderEliminarSeguramente este ejercicio de mirar hacia adentro con tus instrucciones le servirá a más de uno.
Sigue escribiendo!
Tú sabes cuánto te agradezco que entre tus múltiples ocupaciones te tomes el tiempo de leer. Espero que no sólo sea útil para muchos como lo ha sido para mí, sino que también ayude a traer ideas nuevas y mucha tranquilidad para todos. ¡Gracias por los ánimos! :)
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