Si no eres parte de la solución, eres parte del problema

Es el mismo principio de ser o no ser , porque en todo caso depende de ser o tomar parte de una u otro.
No hay limbos, no hay preguntas sin respuesta, sólo hay dos posibilidades, ser o no ser.
No ser parte de la solución sólo suma un individuo a la masa de cáncer que se trata de extirpar, una traba más a una respuesta que sólo quiere dejarse encontrar. Ser parte del problema es quizá una búsqueda inconsciente de respuestas, de alguien que nos encuentre o que encuentre en nosotros una cuestión digna de ser explorada, alguien para quien seamos un misterio y se suma día y noche en dulces contemplaciones de todo cuanto somos: misterio, y que grite al mundo sus descubrimientos cuando logre hacerlos. Ser parte del problema es interesante porque se puede dar colores, matices, aristas nuevas, se puede ser la quinta pata que le nace al gato. Ser parte de la solución nos hace sentirnos super héroes... ser parte de la solución es sumamente enriquecedor, interesante: como quien estudia algún bichito bajo su lupa, como quien mira al gigante buscando el punto débil para vencerle. Ser parte del problema y tener ideas que no funcionan es frustrante, pero tener la posibilidad de aprender la solución para salir del laberinto es invaluable.