Siguiendo con lo de ayer... Mejor ser tela.
Me quedé pensando porque sé que la entrada de ayer quedó como inconclusa...
Creo que si es preferible ser tela: no es tan contaminante, también tiene muchos colores, infinidad de uso, y tarda menos en convertirse en otra cosa.
Si les pido que piensen en colores, en texturas, ¿no les pasan cientos de imágenes por la mente, como una colcha de retazos? ¿No piensan en las sábanas a veces demasiado frescas de sus camas? En un terciopelo rojo, en una seda al viento?
Me encantaría ser tela para poder sentir su piel todo el día, para escuchar los latidos de su corazón que pronuncian mi nombre, y lo harán hasta su muerte. Quisiera ser tela para calentar sus pies en las noches de frío, para ser quien cubra su cuerpo delicadamente, para flotar sobre sus poros, para sentir sus cabellos rozándome, para secar el sudor de su frente, el de sus manos cuando los nervios le invaden. Quisiera ser tela para que cuando ya haya tenido suficiente de mi calor me arranque de si bruscamente, y me busque desesperadamente para ponerme sobre sí cuando el viento le aseche de nuevo.
Yo quiero ser tela para dejar de tener el control y permitir que un par de manos se deslicen sobre mi con delicadeza, con dulzura, para transformarme en una prenda nueva y no ser simplemente un trozo de fibras. Quisiera ser tela para que perdiendo el control pueda sentirme libre, sin tanto peso en mi espalda. Quisiera ser libre para enjugar lágrimas, para ir a fiestas, para calentar, para lucir, simplemente para dormir junto a él, para ser la funda de su almohada, para ser su manto, su abrigo. Quiero ser tela para cubrir el cuerpo de su amada y que me detalle con admiración, para que aunque un día yo desaparezca, quede en su mente el recuerdo de lo hermosa que lucía conmigo sobre ella.
Creo que si es preferible ser tela: no es tan contaminante, también tiene muchos colores, infinidad de uso, y tarda menos en convertirse en otra cosa.
Si les pido que piensen en colores, en texturas, ¿no les pasan cientos de imágenes por la mente, como una colcha de retazos? ¿No piensan en las sábanas a veces demasiado frescas de sus camas? En un terciopelo rojo, en una seda al viento?
Me encantaría ser tela para poder sentir su piel todo el día, para escuchar los latidos de su corazón que pronuncian mi nombre, y lo harán hasta su muerte. Quisiera ser tela para calentar sus pies en las noches de frío, para ser quien cubra su cuerpo delicadamente, para flotar sobre sus poros, para sentir sus cabellos rozándome, para secar el sudor de su frente, el de sus manos cuando los nervios le invaden. Quisiera ser tela para que cuando ya haya tenido suficiente de mi calor me arranque de si bruscamente, y me busque desesperadamente para ponerme sobre sí cuando el viento le aseche de nuevo.
Yo quiero ser tela para dejar de tener el control y permitir que un par de manos se deslicen sobre mi con delicadeza, con dulzura, para transformarme en una prenda nueva y no ser simplemente un trozo de fibras. Quisiera ser tela para que perdiendo el control pueda sentirme libre, sin tanto peso en mi espalda. Quisiera ser libre para enjugar lágrimas, para ir a fiestas, para calentar, para lucir, simplemente para dormir junto a él, para ser la funda de su almohada, para ser su manto, su abrigo. Quiero ser tela para cubrir el cuerpo de su amada y que me detalle con admiración, para que aunque un día yo desaparezca, quede en su mente el recuerdo de lo hermosa que lucía conmigo sobre ella.
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