Gay o no gay: esa no es la cuestión.
Yo no logro entender cual es la gana de todo el mundo de meterse en la vida de los demás.
Sé que vivimos en un país "costumbrista" o peor aún, "moralista".
Y lo digo entre comillas porque la mayoría de la gente que va contra el matrimonio gay lo hace guiada por lo que les enseñaron desde pequeños, sin siquiera ser practicantes de fe alguna. Cristianos de nombre, de boca para afuera, porque de boca para adentro, o incluso en sus mismos actos están lejos de serlo.
Al menos los que tienen alguna fe tienen sus motivos. Incluso los que no creen en nada más que en la ciencia también pueden favorecer las ideas tradicionales. Pero lo que no me cabe en la cabeza es la mentalidad de esa horda militante de la moral y los buenos principios.
Por simple educación, uno no se mete en lo que no le importa, o en lo que no sabe, a no ser que sea para preguntar, para informarse. ¿Sirve de algo pelear en un asunto en el que uno no va a tomar parte? ¿Sirve para algo más que lastimar el hecho de atacar a quienes piensan o sienten diferente, sólo por eso?
A los que creen les hago esta pregunta: ¿Por qué no obedecen a su Dios? Éste les pidió ser como niños. Ahora dirán que los niños son racistas por naturaleza, egoístas, discriminadores, caprichosos y ciegos como lo son los adultos que les rodean... Seguramente lo sean, pero después de que los mayores contaminen sus mentes llenándolas de prejuicios, de barreras que lejos de protegerles, sólo cercan sus mentes para reducir los horizontes posibles. ¿No pidió Dios misericordia cuando dijo: "Misericordia quiero, y no sacrificios (Mt 9, 13)"? Si esta inflexibilidad es toda la misericordia que podemos tener con alguien, estamos lejos de ser personas cuya existencia valga la pena.
A los que no creen, y a los legalistas: "Artículo 16. Todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad sin más limitaciones que las que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico."
"Artículo 29 1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad."
Es un derecho de todos expresarnos y vivir nuestra vida como mejor nos parezca sin irrespetar a los demás. Ser o no gay, ser o no heterosexual, es parte de la personalidad de cada cual. La actividad sexual es algo natural de casi todos los seres vivientes, pero es algo que se da entre las partes directamente involucradas. Incluso, muchas veces creo que es hasta más normal ser gay que no serlo. Los perros machos tienen actividad entre sí, los murciélagos son los mamíferos con la más alta tasa de homosexualidad. ¿Cómo es posible que la gente "civilizada" tenga semejante grado de injerencia pública en una actividad netamente privada?
Yo soy creyente en Dios, pero también soy creyente de la libertad. Dios nos dio la libertad y nosotros la amarramos con nuestra cortedad. Si no estamos de acuerdo tenemos derecho a expresar nuestra opinión, pero así mismo tenemos el deber de respetar las opciones de los demás. Respetar hace parte de amar a los otros. Si no respetamos lo que son, ni sus opciones, en cosas tan intimas como el sexo, muy difícilmente vamos a respetar cualquier otra cosa, muy difícilmente vamos a ser niños con tantos prejuicios en la cabeza, será imposible todo. Libre albedrío, muchachos. Si el que todo lo es y todo lo puede lo da, no somos nadie para quitarlo o para juzgar. Dios, y los jueces, son los únicos que juzgan. Y no creo que todos tengamos como trabajo lo segundo aunque a veces nos creamos lo primero.
Poco más tengo que decir al respecto. Cada cual puede hacer de su vida lo que mejor le parezca, dentro del respeto al otro. Sólo les pido que vivan y dejen vivir.
Sé que vivimos en un país "costumbrista" o peor aún, "moralista".
Y lo digo entre comillas porque la mayoría de la gente que va contra el matrimonio gay lo hace guiada por lo que les enseñaron desde pequeños, sin siquiera ser practicantes de fe alguna. Cristianos de nombre, de boca para afuera, porque de boca para adentro, o incluso en sus mismos actos están lejos de serlo.
Al menos los que tienen alguna fe tienen sus motivos. Incluso los que no creen en nada más que en la ciencia también pueden favorecer las ideas tradicionales. Pero lo que no me cabe en la cabeza es la mentalidad de esa horda militante de la moral y los buenos principios.
Por simple educación, uno no se mete en lo que no le importa, o en lo que no sabe, a no ser que sea para preguntar, para informarse. ¿Sirve de algo pelear en un asunto en el que uno no va a tomar parte? ¿Sirve para algo más que lastimar el hecho de atacar a quienes piensan o sienten diferente, sólo por eso?
A los que creen les hago esta pregunta: ¿Por qué no obedecen a su Dios? Éste les pidió ser como niños. Ahora dirán que los niños son racistas por naturaleza, egoístas, discriminadores, caprichosos y ciegos como lo son los adultos que les rodean... Seguramente lo sean, pero después de que los mayores contaminen sus mentes llenándolas de prejuicios, de barreras que lejos de protegerles, sólo cercan sus mentes para reducir los horizontes posibles. ¿No pidió Dios misericordia cuando dijo: "Misericordia quiero, y no sacrificios (Mt 9, 13)"? Si esta inflexibilidad es toda la misericordia que podemos tener con alguien, estamos lejos de ser personas cuya existencia valga la pena.
A los que no creen, y a los legalistas: "Artículo 16. Todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad sin más limitaciones que las que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico."
"Artículo 29 1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad."
Es un derecho de todos expresarnos y vivir nuestra vida como mejor nos parezca sin irrespetar a los demás. Ser o no gay, ser o no heterosexual, es parte de la personalidad de cada cual. La actividad sexual es algo natural de casi todos los seres vivientes, pero es algo que se da entre las partes directamente involucradas. Incluso, muchas veces creo que es hasta más normal ser gay que no serlo. Los perros machos tienen actividad entre sí, los murciélagos son los mamíferos con la más alta tasa de homosexualidad. ¿Cómo es posible que la gente "civilizada" tenga semejante grado de injerencia pública en una actividad netamente privada?
Yo soy creyente en Dios, pero también soy creyente de la libertad. Dios nos dio la libertad y nosotros la amarramos con nuestra cortedad. Si no estamos de acuerdo tenemos derecho a expresar nuestra opinión, pero así mismo tenemos el deber de respetar las opciones de los demás. Respetar hace parte de amar a los otros. Si no respetamos lo que son, ni sus opciones, en cosas tan intimas como el sexo, muy difícilmente vamos a respetar cualquier otra cosa, muy difícilmente vamos a ser niños con tantos prejuicios en la cabeza, será imposible todo. Libre albedrío, muchachos. Si el que todo lo es y todo lo puede lo da, no somos nadie para quitarlo o para juzgar. Dios, y los jueces, son los únicos que juzgan. Y no creo que todos tengamos como trabajo lo segundo aunque a veces nos creamos lo primero.
Poco más tengo que decir al respecto. Cada cual puede hacer de su vida lo que mejor le parezca, dentro del respeto al otro. Sólo les pido que vivan y dejen vivir.
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