Breve mirada a la educación en Colombia
La educación ha evolucionado en las últimas décadas para dejar de ser un privilegio de pocos y convertirse en un derecho fundamental por el que velan los estamentos gubernamentales, mediante procesos que aunque claramente establecidos, distan aún de estar a punto.
A comienzos del siglo pasado la educación era exclusiva de los hombres de las familias acaudaladas. Poco a poco se permitió que las mujeres también se instruyeran con profesores particulares, y en el campo, en las escuelas locales. Gran avance para la igualdad de géneros. Con el tiempo fue incrementando el número de instituciones a las que era posible acudir, habiendo variedad de precios y de lujos, aunque no forzosamente con diferencias de calidad.
Ahora, la educación básica, media y técnica está al alcance de la mayoría de la población, pero la educación universitaria gratuita está lejos aún de estar tan al alcance como las anteriores, a no ser que se acceda a la misma por mérito mediante las becas disponibles. Si bien los valores de las matrículas de los colegios distritales no eran descabellados, para muchas familias en condición de pobreza o con muchos hijos era difícil reunir el valor de la suma total, lo que reforzaba una tendencia a la desescolarización en los estratos más bajos, por lo que desde el 2010 se lanzó la educación básica y media gratuita como estrategia para recuperar alumnos que son trabajadores y emprendedores en potencia para el desarrollo futuro de la nación.
Es de resaltar este avance en las gestiones por una educación mejor bajo las formas de certificaciones de calidad que se llevan a cabo constantemente tanto a instituciones y alumnos como a maestros, pero sigue siendo necesario subir gradualmente los estándares actualmente establecidos. No es posible que los peores en desempeño de las pruebas Saber Pro sean los futuros maestros del país. Los alumnos de universidades obtuvieron mejor puntaje que aquellos de instituciones técnicas o tecnológicas, pero aun así, los estudiantes del área de educación obtuvieron los peores puntajes (1).
Otro hecho sumamente preocupante es la deficiente comprensión de lectura del 60% de los escolares colombianos (2). Este par de hechos relevantes ya son para nosotros noticia vieja, pero es precisamente esa la razón del subdesarrollo del país: que todo se deja pasar luego de un escándalo mediático, y a más de un debate en clases o preocupación de los maestros y los padres, no se comienza un verdadero proceso de seguimiento evaluativo de ningún tipo: no hay autoevaluación constante por parte de los alumnos porque no son conscientes de la importancia de la comprensión de lectura, no hay co-evaluación entre iguales o incluso, entre profesor y alumno como método de retroalimentación y es posible que pasen dos cosas con las hetero-evaluaciones (las que un maestro hace a sus alumnos): que los alumnos estudien simplemente por aprobar o que los programas curriculares no busquen que los conocimientos sean inclusivos entre sí, de manera que los logros ya alcanzados sigan siendo empleados para reforzar.
También hay que tener en cuenta que así como los tiempos y las tecnologías cambian, también las formas de enseñar y aprender han de ser constantemente renovadas.
No cuento con mucha experiencia como docente, pero la que he tenido ha sido suficiente para entender que cada aprendiz es diferente y que si hay pasión por la enseñanza encontraremos la mejor forma de dar conocimientos suficientes y de calidad que sean comprendidos y asimilados por quienes tenemos a cargo. No es una labor fácil y menos cuando los conceptos no se entienden o no hay interés por el tema. De manera que enseñar va de la mano con estímulos, respeto, inclusión y esfuerzo.
Como estudiante, puedo dar fe del trabajo incansable de todos los maestros que he tenido y quienes se reconocerán al leerse en estas letras, así como doy constancia del cumplimiento del lema del SENA: De clase mundial. Además de ser una institución que provee educación técnica y formación complementaria gratuita, se preocupa por la calidad en todos los programas ofrecidos por medio del control y el seguimiento a todos los procesos por medio de currículos claros que, más allá de un listado de saberes, es el punto de encuentro de la fuente y quien necesita estos conocimientos, de todo el empeño que ambos pongan, de las metodologías, de la didáctica, de las herramientas y es el inicio de un camino de éxito y oportunidades para todo el que quiera obtener formación y para todos quienes laboran en esta institución. Progreso, calidad y ética.
Para concluir, quiero invitarles a mirar el SENA como lo que realmente es: una institución interesada en el progreso de los ciudadanos y del país, un nicho abierto para dar trabajadores de calidad al mundo. También quiero cerrar este ciclo recordándoles que todo es posible cuando se quiere, aunque haya mil obstáculos siempre hay oportunidades, posibilidades y gente dispuesta a ayudarnos a salir adelante si es lo que realmente queremos. No siempre se necesita dinero para estudiar. Esta es la prueba fehaciente de ello.
A comienzos del siglo pasado la educación era exclusiva de los hombres de las familias acaudaladas. Poco a poco se permitió que las mujeres también se instruyeran con profesores particulares, y en el campo, en las escuelas locales. Gran avance para la igualdad de géneros. Con el tiempo fue incrementando el número de instituciones a las que era posible acudir, habiendo variedad de precios y de lujos, aunque no forzosamente con diferencias de calidad.
Ahora, la educación básica, media y técnica está al alcance de la mayoría de la población, pero la educación universitaria gratuita está lejos aún de estar tan al alcance como las anteriores, a no ser que se acceda a la misma por mérito mediante las becas disponibles. Si bien los valores de las matrículas de los colegios distritales no eran descabellados, para muchas familias en condición de pobreza o con muchos hijos era difícil reunir el valor de la suma total, lo que reforzaba una tendencia a la desescolarización en los estratos más bajos, por lo que desde el 2010 se lanzó la educación básica y media gratuita como estrategia para recuperar alumnos que son trabajadores y emprendedores en potencia para el desarrollo futuro de la nación.
Es de resaltar este avance en las gestiones por una educación mejor bajo las formas de certificaciones de calidad que se llevan a cabo constantemente tanto a instituciones y alumnos como a maestros, pero sigue siendo necesario subir gradualmente los estándares actualmente establecidos. No es posible que los peores en desempeño de las pruebas Saber Pro sean los futuros maestros del país. Los alumnos de universidades obtuvieron mejor puntaje que aquellos de instituciones técnicas o tecnológicas, pero aun así, los estudiantes del área de educación obtuvieron los peores puntajes (1).
Otro hecho sumamente preocupante es la deficiente comprensión de lectura del 60% de los escolares colombianos (2). Este par de hechos relevantes ya son para nosotros noticia vieja, pero es precisamente esa la razón del subdesarrollo del país: que todo se deja pasar luego de un escándalo mediático, y a más de un debate en clases o preocupación de los maestros y los padres, no se comienza un verdadero proceso de seguimiento evaluativo de ningún tipo: no hay autoevaluación constante por parte de los alumnos porque no son conscientes de la importancia de la comprensión de lectura, no hay co-evaluación entre iguales o incluso, entre profesor y alumno como método de retroalimentación y es posible que pasen dos cosas con las hetero-evaluaciones (las que un maestro hace a sus alumnos): que los alumnos estudien simplemente por aprobar o que los programas curriculares no busquen que los conocimientos sean inclusivos entre sí, de manera que los logros ya alcanzados sigan siendo empleados para reforzar.
También hay que tener en cuenta que así como los tiempos y las tecnologías cambian, también las formas de enseñar y aprender han de ser constantemente renovadas.
No cuento con mucha experiencia como docente, pero la que he tenido ha sido suficiente para entender que cada aprendiz es diferente y que si hay pasión por la enseñanza encontraremos la mejor forma de dar conocimientos suficientes y de calidad que sean comprendidos y asimilados por quienes tenemos a cargo. No es una labor fácil y menos cuando los conceptos no se entienden o no hay interés por el tema. De manera que enseñar va de la mano con estímulos, respeto, inclusión y esfuerzo.
Como estudiante, puedo dar fe del trabajo incansable de todos los maestros que he tenido y quienes se reconocerán al leerse en estas letras, así como doy constancia del cumplimiento del lema del SENA: De clase mundial. Además de ser una institución que provee educación técnica y formación complementaria gratuita, se preocupa por la calidad en todos los programas ofrecidos por medio del control y el seguimiento a todos los procesos por medio de currículos claros que, más allá de un listado de saberes, es el punto de encuentro de la fuente y quien necesita estos conocimientos, de todo el empeño que ambos pongan, de las metodologías, de la didáctica, de las herramientas y es el inicio de un camino de éxito y oportunidades para todo el que quiera obtener formación y para todos quienes laboran en esta institución. Progreso, calidad y ética.
Para concluir, quiero invitarles a mirar el SENA como lo que realmente es: una institución interesada en el progreso de los ciudadanos y del país, un nicho abierto para dar trabajadores de calidad al mundo. También quiero cerrar este ciclo recordándoles que todo es posible cuando se quiere, aunque haya mil obstáculos siempre hay oportunidades, posibilidades y gente dispuesta a ayudarnos a salir adelante si es lo que realmente queremos. No siempre se necesita dinero para estudiar. Esta es la prueba fehaciente de ello.
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