Dar y recibir

Para acceder a los derechos que no son fundamentales es necesario cumplir con los deberes.
Pero, ¿qué pasa cuando pese a cumplir con los deberes no es posible obtener sus derechos?

El ser humano es creativo, recursivo, así que hará hasta lo imposible por solucionar el problema antes de molestar a "proveedor de los derechos (o servicios)". Pero más que cualquier otro ser, el humano también se cansa de aguantar, de esperar, de luchar y luego de muchos esfuerzos, la mayoría de las veces infructuosos, se ve obligado por su sentido de justicia a reclamar, a exigir recibir si ha dado lo pactado.

Se supone que se debe dar sin esperar nada a cambio, pero así no funciona nada. Es una utopía como las que mencionábamos en la entrada anterior. Todo el mundo, todas las cosas necesitan algo a cambio, porque cuando no se da o no se recibe equitativamente el desequilibrio puede llevar a la ruina: a la ruina de la naturaleza, de la economía, de la convivencia, de las relaciones en general. No por nada el yin y el yang, dar y recibir, amar y ser amado.

Si alguien se desvive dando amor, si hace sacrificios que parecen nimiedades para el ser amado, si simplemente la otra persona entrega su amor de una manera que no hace que la otra parte se sienta correspondida, no funciona. Es como si sabiendo que un cachorro necesita leche le diéramos limonada. Le estamos dando algo, si, pero no lo que necesita.

Si las personas intentan lo más posible ser pacientes, o complacer a los demás, por más amorosas que sean sus intenciones, si no se ven retribuidas habrán de cansarse y desistir.
Si la gente paga sus recibos y no obtiene el servicio que espera, si paga los impuestos y las calles parecen trochas de caseríos recónditos, si da su dinero en el almacén y está siendo engañado con productos de mala calidad, más temprano que tarde habrá quejas, habrá decepciones, disgustos, reclamos, peleas y exigencias. Pero también, si la gente pone al servicio de la nación su inteligencia, sus conocimientos, su voluntad de salir adelante y en vez de ser apoyado es marginado o simplemente ignorado, más temprano que tarde será un cerebro menos en la patria. Para muchos no es más que una cifra que se suma en una lista de migración, para otros, es la razón de su vida, o quizá el progreso del país el que se da a la fuga para siempre.

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