Apreciar lo que se tiene
Es ya bien sabido que quien no es feliz con lo que tiene, posiblemente tampoco lo sea con lo que le falta. Pero no estoy de acuerdo. A veces se necesita cumplir un anhelo, tener una herramienta o que suceda algo que se ha deseado por mucho tiempo, una experiencia tan fuerte que el agradecimiento que tengamos con la vida sea lo suficientemente grande como para poder mirar el entorno a través de otro cristal.
Hay una canción que me gusta desde niña. La frase principal, que servía de inspiración a las estrofas y se hallaba también en el intermedio de los pregones decía: "Todo es según el color del cristal con que se mira". Lo que para unos es desabrido, es para otros el mejor de los manjares. Quien es feo a nuestros ojos es la persona soñada para otro. "Nadie sabe con la sed que otro bebe".
Es evidente que todos lo tenemos todo, pero a muchos la ansiedad de un sueño sin lograr, de algo que no se tiene, les nubla el alma, les llena de hiel las palabras y la agresividad colma cada gesto de su cuerpo.
Sería más fácil trabajar por nuestros sueños sin lastimarnos con la ansiedad, con la desesperación. Pero la naturaleza de lo que somos hace que cada buen propósito se desvanezca ante nuestros ojos.
Si de algo sirve, no son los únicos que se afligen, no son los únicos que están esperando por el helicóptero de rescate o, al menos, una tabla de salvación. Sólo alisten todo en esa isla desierta en la que están. Recojan las piedritas que tanto admiraron, las conchitas que quisieran llevarse de recuerdo. Porque al partir de allí, con el sueño entre sus manos, necesitan recuerdos que sirvan como base, frases que sirvan como cemento, para que al tenerlo cumplido no se escape como el agua entre los dedos.
Hay una canción que me gusta desde niña. La frase principal, que servía de inspiración a las estrofas y se hallaba también en el intermedio de los pregones decía: "Todo es según el color del cristal con que se mira". Lo que para unos es desabrido, es para otros el mejor de los manjares. Quien es feo a nuestros ojos es la persona soñada para otro. "Nadie sabe con la sed que otro bebe".
Es evidente que todos lo tenemos todo, pero a muchos la ansiedad de un sueño sin lograr, de algo que no se tiene, les nubla el alma, les llena de hiel las palabras y la agresividad colma cada gesto de su cuerpo.
Sería más fácil trabajar por nuestros sueños sin lastimarnos con la ansiedad, con la desesperación. Pero la naturaleza de lo que somos hace que cada buen propósito se desvanezca ante nuestros ojos.
Si de algo sirve, no son los únicos que se afligen, no son los únicos que están esperando por el helicóptero de rescate o, al menos, una tabla de salvación. Sólo alisten todo en esa isla desierta en la que están. Recojan las piedritas que tanto admiraron, las conchitas que quisieran llevarse de recuerdo. Porque al partir de allí, con el sueño entre sus manos, necesitan recuerdos que sirvan como base, frases que sirvan como cemento, para que al tenerlo cumplido no se escape como el agua entre los dedos.
Comentarios
Publicar un comentario