Venganza de la oportunidad perdida

Esta es la última oportunidad que te concedo para suplicar por tu vida: ya está el filo mortal de mi espada a punto de hendirse en tu garganta, lleno del veneno que sentirás penetrar como si hubieran caído gotas de limón en tus heridas de batalla.

¡Alza la mirada y reconóceme! Soy yo, la mejor oportunidad de tu vida, la misma que anhelaste por tantos lustros y me dejaste pasar, me abandonaste en el rincón más solo y frío de tus entrañas. Ahora me sacudo del polvo que me ha cubierto como único abrigo en el tiempo de tu abandono y te envuelvo en un remolino con él. Quiero cegarte, confundirte, hacer que te sientas tan abandonado como yo cuando creyéndote valiente para dejarme sólo lo hiciste lleno de cobardía. 

Aquí he vuelto, con mi venganza, adueñándome de tu talón de aquiles para cercenarle en el ocre atardecer de tu vida, color que ni siquiera mereces contemplar... Aquí estoy para derramar tu sangre estéril en la tierra árida en la que has de yacer sepultado en el eterno olvido del tiempo, mientras luego de poner fin a mi propia desgracia con el fin de tu existencia, los buitres y las hienas exterminan tu presencia de la tierra.

Estoy frente a ti, no con la benevolencia o la incondicionalidad del pasado, sino con una oportunidad que me acompaña, una nueva que se presenta ante ti. La consecuencia de haberme rechazado es tu muerte, pero hay otra oportunidad que quiere salvarte la vida. ¿También serás capaz de rechazarla?