Solsticio
Hoy fue el mejor día. Contemplar esquemas ancestrales, anonadarme en la sabiduría que ya existía antes del tiempo, contemplar una cultura tan distinta, tan llena, tan plena que no evolucionó porque simplemente no necesitaba nada más.
Refrescarme en medio del solsticio con el verde resplandeciente de las hojas de los árboles, perderme entre sus ramas, abrazarme a su tronco de la misma manera en que me abrazo a la vida, todo eso me permite creer que realmente todo vale la pena. Sentir el prado esmeralda en mis mejillas, las bayas tiñendo mis ropas de su esencia carmesí, el sol picante cayendo sobre mí, las nubes negándose a darme su sombra.
Hoy la vida ha sido mucho más conmigo de lo que yo he sido con ella en toda mi existencia, y sin embargo, hoy entendí el sentido de todo: sólo necesitaba volver a lo que anhelaba, recostarme a tu lado y respirar tu aliento. Hoy entendí que la vida no se acaba, pero que este día del sol naciente nacerá también la vida para mí, para nosotros. Llegarán los triunfos anhelados y los días de gloria que tanto ansiamos. Llegará cada segundo con su pesado afán, con su ligera lentitud, pero siempre, lleno de felicidad en forma de ranitas de cristal.
Refrescarme en medio del solsticio con el verde resplandeciente de las hojas de los árboles, perderme entre sus ramas, abrazarme a su tronco de la misma manera en que me abrazo a la vida, todo eso me permite creer que realmente todo vale la pena. Sentir el prado esmeralda en mis mejillas, las bayas tiñendo mis ropas de su esencia carmesí, el sol picante cayendo sobre mí, las nubes negándose a darme su sombra.
Hoy la vida ha sido mucho más conmigo de lo que yo he sido con ella en toda mi existencia, y sin embargo, hoy entendí el sentido de todo: sólo necesitaba volver a lo que anhelaba, recostarme a tu lado y respirar tu aliento. Hoy entendí que la vida no se acaba, pero que este día del sol naciente nacerá también la vida para mí, para nosotros. Llegarán los triunfos anhelados y los días de gloria que tanto ansiamos. Llegará cada segundo con su pesado afán, con su ligera lentitud, pero siempre, lleno de felicidad en forma de ranitas de cristal.
Comentarios
Publicar un comentario