Ella

Hay fuerzas que la han llevado a cambiar, a dejar de mentirse a si misma, a dejar de buscar algo ideal para comenzar a ver el poder de lo natural: lo destructivo que hay en ella, la virtud llena de carácter que construye todo el tiempo cosas nuevas.

En ella predominan la voluntad y el amor. Se cansa, como cualquiera, pero su voluntad de hierro respaldada por muchos pilares que tiene por raíces no la deja desfallecer. Aparece valiente ante todos y ante ella misma aunque lo único que quisiera es refugiarse bajo las alas de alguien más como un pollito indefenso. No es sólo que parezca valiente, lo es y no se ha dado cuenta.

Siempre ha logrado todo cuanto ha querido, cuanto se ha propuesto, bueno o malo, soliendo aburrirse al conseguir lo que había anhelado y por ello dejando de lado la lucha, dejando de ir más allá. Ahora no hay más secretos ni velos para cubrir sus faltas, sólo hay libertad, hay una conciencia nueva de ser realmente feliz y no de pretender serlo a costa de todo y de todos. No va a dejar que nada la encadene ni la limite robándole su libertad, porque ha sido el amor lo que ha logrado sacarla de la cárcel en la que se metió a voluntad y no pretende hacer que ese amor muera, quiere que sea perenne.

Le alimenta cada día con dulzura, aguarda pacientemente por la lluvia para que lo refresque y ahogue cuanta plaga quiera consumirle. Busca sedienta los rayos del alba para que siga vivo. Es un enigma, un jeroglífico antiguo difícilmente descifrable, es una gitana que ha dicho a todos su fortuna, la matrona de un viejo bar bohemio olvidado entre las ruinas, el mapa de tesoro, el tesoro en sí, tu talismán. Ella soy yo en el espejo.