Año nuevo, lunas nuevas.

Este año ha estado lleno de glorias y aparentes derrotas, de momentos de dicha y de miradas nuevas, de sensaciones distintas, de una paz que no conocía. También ha habido momentos de angustia y hasta rabia, porque siempre pasa. Pero sea como sea, este, justo este, ha sido el año de la prueba.

Nada ha sido fácil, y sin embargo, todo ha sido muchísimo más fácil que antes. Todo ha costado más, pero no por eso ha sido precisamente más difícil poder pagar su precio. Quizá ha habido menos dinero, pero ha habido más voluntad para obtenerlo, y para obtener todo cuanto se anhela. Quizá haya habido más o menos amor que antes, pero en todo caso, hemos aprendido a amar y a dar nuestra incondicionalidad en maneras inimaginables.

Sé que la luna siempre es la misma, pero la forma en que la vemos es diferente a través del tiempo. Es posible que aún soñemos que nos persigue, o con vivir en su lado oculto. De cualquier manera, ella sigue alumbrando nuestros sueños, o escondiéndose de nosotros cuando nuestra noche es también la más oscura. En esta noche, caros lectores, deseo para ustedes y todos cuantos llevan en sus corazones, que cada amanecer bañe sus días con el bálsamo dorado de la paz, que cada nueva luna traiga en sus rayos plateados noches dulces, sueños felices, realidades menos amargas, menos almohadas humedecidas por las lágrimas de dolor y más corazones juntos, días más alegres, cargas más llevaderas, aprendizajes suficientes y nuevas inspiraciones para poder seguir llegando hasta ustedes cada noche, desde lo secreto.

Una canción para despedirnos de este día: Yeni yıl (Año nuevo) - Tarkan

¡Feliz y próspero año nuevo!