Reminiscencias y augurios

Sé lo que quiero lograr. Sé cómo lo quiero. Pero me es difícil saber cómo obtenerlo.
Temo enfrentarme a la realidad que golpeará mañana a mi puerta, temo que mi sueño termine y que al despertar encuentre una realidad tan cruda, tan hostil y tan oscura como la que decidí abandonar al entregarme al dulce adormecimiento y la inefable complacencia y protección que encontré bajo tus alas.

Pero aún cuando el sueño termine, mi vida jamás será la cubierta por la maldición de antaño antes descrita.
Aún cuando el sueño se me escape como el agua entre los dedos, aunque se vaya de mi como una mariposa tornasol que traía esperanza pero que no pude guardar para mí, no desfalleceré jamás, no me iré de este campo soleado al que me trajo tu presencia, no me dejaré robar los recuerdos que van a seguir moviendo mi vida hacia arriba y adelante, que desde que decidí tomar tu mano llenan cada instante y cada espacio, cada latido, cada átomo.

Que el tiempo nunca me quite la vida que me has dado, que la vida me dé más tiempo junto a ti, que pueda seguir recibiendo más de tu vida, que recibas más de la mía, y que cada vez tengamos más vida y tiempo para compartir.