Aceptar y aprender
Las lecciones que cada día trae consigo son inesperadas. Suele suceder que todo lo bueno llegue al tiempo así como todas las desgracias se acompañan de otras más grandes, pero lo que no es frecuente es aceptar cuando la vida nos muestra que aún nos falta mucho camino por recorrer, cuando tanto hemos subido y tan alto nos han puesto los demás que aceptar cualquier falencia se hace una afrenta al orgullo y un cáliz para la voluntad.
Aún así, lo inverosímil se muestra como una realidad que parecía nunca poder llegar. El orbe se hace uno con la virtud en lo recóndito de nuestro ser y lo perverso se ve eclipsado por el brillo del sosiego. La esperanza aparece como garantía de la victoria luego de todos y cada uno de los tropiezos, de los desaciertos, de los laureles y trofeos, de todos los sucesos.
Aceptar no es forzosamente resignarse, resignarse no es precisamente abdicar, abdicar puede ser mucho más que renunciar. La aceptación puede siempre convertirse en un punto de partida si así se lo permitimos, puede dejar de ser una resignación para rebelarse y enfrentarse a todo, para no abdicar renunciando a la esencia de los sueños que yacen en lo insondable de la razón sino para ceder lo ya vano e inservible. Aceptar: el primer paso para aprender.
Aún así, lo inverosímil se muestra como una realidad que parecía nunca poder llegar. El orbe se hace uno con la virtud en lo recóndito de nuestro ser y lo perverso se ve eclipsado por el brillo del sosiego. La esperanza aparece como garantía de la victoria luego de todos y cada uno de los tropiezos, de los desaciertos, de los laureles y trofeos, de todos los sucesos.
Aceptar no es forzosamente resignarse, resignarse no es precisamente abdicar, abdicar puede ser mucho más que renunciar. La aceptación puede siempre convertirse en un punto de partida si así se lo permitimos, puede dejar de ser una resignación para rebelarse y enfrentarse a todo, para no abdicar renunciando a la esencia de los sueños que yacen en lo insondable de la razón sino para ceder lo ya vano e inservible. Aceptar: el primer paso para aprender.
Gracias por enseñarme a aceptar recibiendo con alegría el porvenir.
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